Un día un pastor fue al monte
y empezó a llover y se resguardó en una cueva y de repente sonó un ruido y se dio
la vuelta y vio un Cuélebre. Agarró un palo y le dio en la espalda y salió
corriendo, cuando llegó al pueblo lo contó en la taberna y desde entonces todos
los antepasados del pueblo piensan que los Cuélebres son malos.
¡Cómo mola la foto!
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