La W arner peligrosa

Un buen día de verano, que hacía un calor estupendo, mis amigos, que vivían en Madrid conmigo, decidieron ir a la Warner, para alegrar el día.
Después de un largo viaje de una hora, porque había en la carretera un tráfico, de auténticoverano.Llegamos a la Warner, mis tres mejores amigos, que son: Vicente, Leo y Amador. Cuando íbamos a montarnos en la atracción llamada, Lanzadera, nos pusimos los cinturones y… ¡A volar!.
Empezamos a coger altura y… ¡Cataplaf! Para abajo, como si nada y… , la atracción no había parado, nos habíamos metido en el interior de la Tierra. Fue alucinante cuando paró la atracción en el interior de la Tierra y vimos unas casitas de ratoncitos enanos. Ellos nos invitaron a cenar. Leo vio debajo de las escaleritas un tesoro, que relucía como el Sol y nos avisó a nosotros. Nos dijo en voz baja: “allí abajo hay un tesoro muy bonito”. Los ratoncitos pequeños decidieron irse a dormir, y la madre viuda dijo que tenía ganas de ir al baño y dijimos en voz baja, que para nosotros era la oportunidad de marcharnos con el tesoro. N os marchamos de la casita bien cenados y fuimos a los asientos de la Lanzadera y según nos montamos, al segundo, nos lanzó para arriba, y aparecimos en el sitio donde nos habíamos montado la primera vez.